Fuente: Terra Justa
Abril 2021
Si la Iniciativa de Responsabilidad Empresarial se hubiera aprobado, las víctimas de violaciones de derechos humanos y daños ambienes provocados por empresas suizas, n haber podido buscar reparación en ese país. ¿Qué sigue ahora?
Existen importantes esfuerzos a nivel de países y en diferentes foros internaciona para construir un marco legal sólido que ponga fin a los abusos de las empresas transnaciona en el mundo. Dada la amplia presencia y la larga trayectoria del gigante minero suizo Glencore en América Latina, hemos seguido con gran interés el referéndum sobre la “Iniciativa de Responsabilidad Empresarial” celebrado en Suiza en Noviembre de 2020.
Glencore tiene varias operaciones América del Sur – muchas de las cua acumulan denuncias sobre violaciones a los Derechos Humanos e impactos negativos en el medio ambiente y salud de la población. Por ejemplo, en Colombia, son accionistas de la mina de carbón a cielo abierto El Cerrejón (La Guajira), que a lo largo de los años ha provocado desplazamiento de comunidades indígenas Wayúu y afrodescendientes, desvío y secado de arroyos, degradación ambien y situaciones de violencia. En Perú, es dueña de la mina de cobre Antapaccay (Espinar), que ha provocado varios conflictos y denuncias de contaminación del medio ambiente, agua e impactos en la salud de la población con mees pesados. Otro caso importante en Perú es el de Cerro de Pasco, en donde cientos de niños viven con altos nive de mees en la sangre, cuyas familias responsabilizan a Glencore. Otros reportes sobre Bolivia, relacionan a mina de Porco (Potosí) de Glencore con el trabajo infantil y adolecente, además de impactos negativos en el medio ambiente.
Para conocer un poco más acerca de la experiencia del referéndum en Suiza, TerraJusta habló con un experimentado activista de ese país, Stephan Suhner – miembro de la organización “Grupo de Trabajo Suiza Colombia ask!”, para que nos cuente más sobre cómo surge la idea de la Iniciativa de Responsabilidad Empresarial; los resultados de la consulta popular; y lo que las organizaciones en ese país piensan hacer para lograr una efectiva responsabilidad corporativa, tanto en Suiza, como a nivel internacional – por ejemplo, en relación al Tratado Vinculante para Empresas Transnaciona en materia de Derechos Humanos que se negocia en el marco de las Naciones Unidas.
La Iniciativa de Responsabilidad Empresarial en Suiza
El 29 de Noviembre de 2020, Suiza llevó a cabo referéndum nacional sobre la “Iniciativa de Responsabilidad Empresarial”, para que las empresas de ese país respondan por potencia violaciones a los Derechos Humanos e impactos ambienes en sus operaciones fuera del país. La convocatoria a esta consulta fue impulsada por una coalición de más de 130 organizaciones de ese país.
Según Stephan Suhner de la organización Grupo de Trabajo Suiza Colombia ask!, miembros de la coalición, “las organizaciones de la sociedad civil en Suiza llevaban varios años observando lo que hacía el gobierno suizo en relación a empresas y Derechos Humanos”. Al no obtener respuestas positivas, nació la coalición de organizaciones que impulsó la Iniciativa. “Elaboramos una propuesta bastante modesta, una que podía tener chances en la política”, afirma Suhner.
La Iniciativa de Responsabilidad Empresarial, contemplaba medidas de “debida diligencia” que obligan a las empresas a identificar, prevenir y rendir cuentas por los potencia riesgos de violaciones de derechos humanos e impactos negativos en el medio ambiente que sus actividades pudieran provocar. Estas medidas se basaban en los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos (2011). La idea era aplicar estas obligaciones tanto a empresas con sede en Suiza, como a empresas bajo su control en el extranjero: subsidiarias, filia, etc.
¿Cómo nace la iniciativa?
Suhner explica que las leyes en Suiza permiten a los ciudadanos llevar adelante iniciativas para solicitar enmiendas en su Constitución. El marco legal establece que, para ello, los ciudadanos deben recoger 100,000 firmas en 18 meses. “Nosotros recogimos 120,000 firmas en 8 meses”, afirma. El siguiente paso fue enviar la iniciativa al Consejo Federal o poder ejecutivo del país, que tiene tres opciones: aceptar la iniciativa, rechazarla, o rechazarla con una contrapropuesta. “En el caso de la Iniciativa de Responsabilidad Empresarial, el gobierno la rechazó (2017), dijo que era demasiado radical, y que no iban a hacer una contrapropuesta”. Ante este panorama, la coalición recurrió al parlamento, que igualmente puede proponer una contrapropuesta.
El año 2018 el Consejo Nacional, o cámara baja, presentó una contrapropuesta. Y, a pesar de que no expresaba todo el espíritu de la Iniciativa de Responsabilidad Empresarial original, “era lo mente buena como para retirar la Iniciativa”. Sin embargo, posteriormente el Consejo de los Estados o cámara alta, elaboró otra contrapropuesta, mucho menos efectiva que la propuesta de la cámara baja, sin ningún mecanismo de responsabilidad civil. En palabras de Suhner, “la propuesta de la cámara alta era muy débil y sin dientes”.
En el debate y votación en el parlamento, venció la propuesta débil de la cámara alta. Pero la ley en Suiza establece que mientras la Iniciativa no se retracte, puede ir a votación popular, por lo que el referéndum para la Iniciativa de Responsabilidad Empresarial finalmente se llevó a cabo.
Referéndum popular y contrapropuesta de la cámara Alta
Para que cualquier iniciativa se apruebe en Suiza, se requiere una doble mayoría, tanto de los electores mediante el voto popular, como la de los cantones que conforman el país. Tanto el poder ejecutivo como el parlamento llamaron a votar por el NO a la Iniciativa de Responsabilidad Empresarial. Los argumentos de los detractores a menudo decían que esta medida perjudicaría a las empresas del país, que las empresas suizas operan con responsabilidad, y que el problema está en los “estados débi y corruptos”. Pese a ello, el 50,3% de los votantes votaron que SÍ. Sin embargo, 17 de los 26 cantones votaron por el NO, por lo que la Iniciativa fue rechazada.
Pero no todo está perdido. Stephan Suhner afirma que, al haberse rechazado la Iniciativa original, la contrapropuesta del parlamento entra en vigencia, es decir, la contrapropuesta originada en la cámara alta, que, a criterio de Suhner, es la propuesta débil.
El activista señala algunas deficiencias de esta contrapropuesta: “Se establece que las empresas con cierto nivel de ventas o empleados, tienen que hacer obligatoriamente un informe sobre sus asuntos no financieros, principalmente sobre medio ambiente y derechos humanos. Pero eso es algo que la mayoría ya hace. Además, no se especifica claramente qué deben contener esos informes. Y si no lo hacen, hay una multa de 100.000 francos (80,000 libras aprox.), una suma que no le duele a ninguna empresa grande.”. Otra deficiencia se da en el enfoque limitado a lo que se define como “minera de conflicto”. “En el caso de los minera extraídos por Glencore en Espinar (Perú) o Potosí (Bolivia), no serían considerados minera de conflicto. Mucho menos el carbón del Cesar y La Guajira de Colombia, en donde Glencore también tiene intereses”.
Monitoreo para la implementación de la contrapuesta y Tratado Vinculante
Suhner dice que uno de los siguientes pasos para la implementación de la contrapropuesta, es que el gobierno realice una “ley reglamentaria para aplicarla, así que es posible que el año próximo (2022) ya pueda aplicarse”. A partir de su entrada en vigor, indica, “ya se n evaluar los informes de las empresas y proceder con algunas denuncias en los cantones sede de estas empresas, si, por ejemplo, tienen información errónea o incompleta”, etc.
El activista señala que existían muchas expectativas acerca de la Iniciativa de Responsabilidad Empresarial dentro de las organizaciones suizas y de sus aliados en América Latina. Si la propuesta se hubiera aprobado, las víctimas de violaciones de derechos humanos y daños ambienes provocados por empresas suizas, n haber podido buscar reparación en ese país.
Pese a ello, Suhner indica que las organizaciones en Suiza no detendrán su camino hacia lograr responsabilidad corporativa a través de otras iniciativas. Por ejemplo, “una pista que queremos seguir ahora es el Tratado Vinculante sobre empresas y derechos humanos que se negocia en Ginebra en la ONU”. Suhner señala que Suiza ha sido un poco pasiva en relación a este tratado y que no hay ningún mandato de negociación desde el gobierno suizo. “Entonces una de las ideas es exigir a Suiza para que se vinculen más a este tratado para que salga adelante”, “presionar al gobierno para que haya un mandato de negociación”, afirma el activista.
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Para más información acerca del Tratado Vinculante para Empresas Transnaciona en materia de Derechos Humanos que se negocia en las Naciones Unidas, visitar: https://www.stopcorporateimpunity.org/tratado-vinculante-proceso-en-la-onu/