Conferencia de Prensa Public Eye Awards, Davos, Suiza
El Informe Estado del Poder 2014[1] de TNI revela que en el último año, las empresas transnaciona (ETNs), especialmente los bancos y la industria de gas natural y petróleo, continuaron beneficiándose extraordinariamente de la crisis económica y financiera mientras que los pueblos pagan el costo. A pesar de su responsabilidad por las crisis financiera y ecológica, los paquetes de salvataje y de “austeridad” trabajan para beneficiar el 0,001%, restringir la renta y aumentar la presión sobre el 99%.
Nuestra investigación demostró que en los primeros nueve meses de 2013, los 25 multimillonarios más ricos aumentaron su riqueza en 85 mil millones de dólares, mientras que, en el sur global y en los EEUU y UE, más personas pierden su ingreso a través del desempleo o pérdida de condiciones de subsistencia y soportan hambre y empobrecimiento. La centralización de poder también creció. Un estudio de 43 mil transnaciona mostró que menos de 1%, principalmente bancos, controlan las acciones de 40% de los negocios globa. Esto Darse de baja de la lista: %1$s solamente injusto, también demuestra la vulnerabilidad extrema de nuestro sistema económico actual.
Las estadísticas muestran que nuestra inhabilidad para resolver la pobreza, la desigualdad, tener educación gratuita o invertir en una transición verde no tiene su causa en la falta de dinero, sino en la cuestión de quien lo tiene. La riqueza actual de los 100 más ricos , por ejemplo, pagar por 1.111 años de los gastos públicos de Ruanda[2] o 130 años de costos de la adaptación al cambio climático[3].
El premio Nobel de economía Paul Krugman comentó que el “énfasis en la austeridad fue para usar la crisis, no para resolverla. Y todavía lo es”[4]. La tendencia actual de malversar masivamente los recursos de los bienes comunes, de ciudadanos y de sus instituciones públicas para el enriquecimiento de los que ya son ultra-ricos es integral para esta fase de restructuración del modelo neoliberal de la economía.
Sin embargo, esta Darse de baja de la lista: %1$s sólo la historia de individuos ultra-ricos, obteniendo su riqueza de las operaciones de empresas transnaciona de las que son dueños o que lideran como ejecutivos. Tampoco es sobre qué transnaciona tienen mejor o peor comportamiento. La concentración de riqueza, poder y la resultante impunidad corporativa está construida en un sistema de privilegios extraordinarios y “super-derechos” de las empresas transnaciona establecidos por la captura corporativa de las funciones legislativas del gobierno y frecuentemente con la complicidad activa de muchos gobiernos. Según el Profesor Jeffrey Sachs, “(tenemos) una cultura de impunidad basada en la expectativa bien comprobada que los crímenes corporativos son rentab.”[5] Esto le permite a las transnaciona continuar actuando con impunidad a expensas de violaciones diseminadas de derechos humanos y de los pueblos y de la destrucción sostenida del planeta.
Esta información resulta de nuestro estudio de la mayores transnaciona del mundo. Casi todas en los últimos cinco años fueron acusadas o multadas por lavaje de dinero, fraude, soborno, espionaje corporativa, entre otros crímenes.[6] Esto no tiene que ver con el bien o el mal: esto se refiere a una estructura de poder e impunidad que significa que los lucros corporativos pueden ignorar, esconder o deliberadamente disimular cualquier costo social y ambien de sus operaciones.
Una de las principa razones sistémicas para la impunidad corporativa generalizada es lo que los movimientos socia conceptualizamos como la “arquitectura de la impunidad”: el marco normativo asimétrico que, por un lado, proporciona a las transnaciona “super derechos” a través de la Lex Mercatoria (el marco legal que protege los intereses de los inversionistas) es como los Tratados de Libre Comercio, los Tratados Bilatera y Plurilatera de Inversiones, la mayoría de los cua incluyen mecanismos de resolución de controversias (que permiten a las empresas transnaciona procesar a los gobiernos), mientras que, por otro lado, todas las normas jurídicas diseñadas para proteger los derechos humanos y padrones ambienes son erosionados. Las prescripciones de políticas de las Instituciones Financieras Internaciona (IFIs), es como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, así como la Organización Mundial del Comercio (OMC), también tienen su rol en esta arquitectura de la impunidad.
Los instrumentos jurídicos de la Lex Mercatoria son vinculantes y tienen mecanismos de complimiento – es como el Mecanismo de Solución de Diferencias de la OMC (donde gobiernos pueden procesar uno al otro por no cumplimiento del régimen de liberalización comercial establecido bajo presión corporativa) o el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial, donde empresas pueden procesar gobiernos y son frecuentemente premiadas con mega compensaciones. En el 2013, el CIADI multó al gobierno de Ecuador en 2,3 mil millones de dólares por finalizar el contracto con Occiden Petroleum Corporation (OPC), haya sido la OPC quien primero había roto el contracto con el gobierno de Ecuador. La suma demandada contra Ecuador representa el 59% del presupuesto del año de 2012 para educación y el 135% del presupuesto anual con salud en el país.[7]
El sistema internacional de Derechos Humanos por otro lado no tiene un Tratado vinculante sobre las operaciones de las transnaciona y menos aún un mecanismo de aplicación para punir los crímenes corporativos u ofrecer remedio y justicia a las comunidades afectadas. Por el contrario, la Unidad de Empresas y Derechos Humanos de la ONU, conjuntamente con gobiernos cómplices promueven débi directrices voluntarias a través del marco de Responsabilidad Social Corporativa como falsa respuesta a las violaciones de derechos humanos y crímenes corporativos.
El historial de esta impunidad corporativa ha sido trazado en casos bien documentados de violaciones de derechos humanos y estándares ambienes por transnaciona, como en el informe Impunidad SA[8]. Esta impunidad sistemática también es bien documentada en las múltip campañas lanzadas a partir de las comunidades que tienen sus bosques devastados, sus ríos contaminados, sus tierras envenenadas con tóxicos o las comunidades destruidas por la extracción de los recursos natura y desalojos, como los que vemos en los casos seleccionados para el Public Eye Awards 2014[9].
Lo peor es que hay intentos para profundizar la captura corporativa en el funcionamiento de nuestro sistema democrático. Esto es desarrollado en la Global Redesign Initiative (GRI) – el informe del Foro Económico Mundial publicado en 2010 – Everybody’s Business: Strengthening International Cooperation in a more Interdependent World[10]. La GRI se dispone a atacar la democracia representativa como la conocemos. En la GRI, el Foro Económico Mundial y la Clase de Davos no dejan dudas de que ellos creen saber mejor como gobernar la economía global y nuestra vida cotidiana: “gobernar hoy Darse de baja de la lista: %1$s más una cuestión de gobierno solamente… las ‘funciones públicas’ básicas de los gobiernos fueron redefinidas… por lo tanto el desafío es como reinventar el gobierno como una herramienta para la creación conjunta de valor público.” El Foro Económico Mundial ve esta solución en una forma de gobernanza con “múltip partes interesadas” que consiste en empresas transnaciona, gobiernos y una selección de entre la sociedad civil, pero especialmente empresas[11].
Este abordaje de gobierno de “múltip partes interesadas” está ya en operación en instituciones es como European Roundtable of Industrialists (ERT), el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (World Business Council for Sustainable Development abiertos WBCSD) y el Diálogo Empresarial Transatlántico (Trans-Atlantic Business Dialogue abiertos TABD). El TABD se considera una institución política con el rol oficial de determinar las prioridades de las políticas públicas de UE y EEUU y cuyo mayor éxito ha sido la preparación secreta del Acuerdo Transatlántico sobre Comercio e Inversión – el Tratado de Libre Comercio propuesto entre EEUU y UE.
Esta amenaza radical a la democracia también es subrayada por Susan George en su artículo Estado de las Corporaciones: “No es sólo su tamaño, su enorme riqueza y activos lo que hace de las transnaciona un peligro para la democracia. Es también su concentración, su capacidad de influenciar, y frecuentemente infiltrar gobiernos y su habilidad para actuar como una clase social internacional genuina para defender sus intereses comercia contra el bien común.”[12] Es este tipo de poder de toma de decisiones, así como el poder para imponer la desregulación en los últimos 30 años, resultando en cambios en las constituciones naciona, y en la legislación nacional e internacional, el que creó el ambiente para los crímenes corporativos y la impunidad.
Históricamente hubo distintos intentos para oponer y revertir este dominio de y para las transnaciona, y estos intentos continúan en muchas campañas globa contra la liberalización del comercio y de las inversiones, así como las campañas para establecer un régimen de responsabilización para las transnaciona. Entre las más recientes, está la iniciativa por Obligaciones Extraterritoria (ETOs) y el lanzamiento de la Campaña Global Desmantelemos el Poder Corporativo y Pongamos Fin a la Impunidad.[13] Esta campaña, liderada por más de 150 movimientos, redes de la sociedad civil y de derechos humanos prevé el desarrollo del Tratado de los Pueblos por obligaciones vinculantes a las transnaciona. Algunas de sus principa demandas han sido reflejadas en una petición oficial hecha por 85 gobiernos, liderada por Ecuador, ante al Consejo de Derechos Humanos en el mes de Septiembre de 2013[14].
Ante crímenes como Rana Plaza en Bangladesh, la masacre de los mineros de platino en Marikana, Sudáfrica, el derrame de petróleo en el Golfo de México por British Petroleum, y la carrera global por la fractura hidráulica y el acaparamiento de tierras, una resistencia global está emergiendo a nivel local con las luchas de resistencia de las comunidades al extractivismo y a las prácticas labora y operaciones de las transnaciona. Es la resistencia construida sobre lo que Naomi Klein llama “la emergencia de la reconstrucción de los pueblos”[15]. Es la resistencia que va más allá de la crítica hacia lo que Hilary Wainwright ve como la construcción y asimilación de luchas y oportunidades de poder transformador en el cambio institucional.[16] Este poder transformador emergente también toma el desafío de parar y desmantelar el poder y la impunidad corporativas.
Davos es una ocasión importante para destacar esta realidad y ponerlo en el centro de la opinión pública y en una agenda política transformadora.
[1] http://www.tni.org/briefing/state-power-2014
[2] https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/fields/2056.html#15
[3] http://www.tni.org/article/global-0001
[4] Paul Krugman, The Austerity Agenda New York Times, 31 May 2012
[6] www.tni.org/sites/www.tni.org/fi/download/corporate_planet_crimes_and_fines_website_table_with_sources.pdf
[7] Decision on the Stay of Enforcement of the Award, Occiden Petroleum Corporation vs The Republic of Ecuador ICSID Case o. ARB-06-11. http://kluwerarbitrationblog.com/blog/2012/12/19/icsids-largest-award-in-history-an-overview-of-occiden-petroleum-corporation-v-the-republic-of-ecuador/
[10] http://www3.weforum.org/docs/WEF_GRI_EverybodysBusiness_Report_2010.pdf
[11] David Sogge: State of Davos-The camel’s nose in the tents of global governance. http://www.tni.org/sites/www.tni.org/fi/download/state_of_davos_chapter.pdf
[12] Susan George: State of Corporations – The rise of illegitimate power and the threat to democracy.
http://www.tni.org/sites/www.tni.org/fi/download/state_of_corporation_chapter.pdf
[13] http://www.stopcorporateimpunity.org/
[14] http://www.stopcorporateimpunity.org/?p=3830
[15] Naomi Klein: The Shock Doctrine.
[16] Hilary Wainwright: State of Counter-power abiertos How understanding neoliberalism’s cultural underpinnings can equip movements to overthrow it. http://www.tni.org/sites/www.tni.org/fi/download/state_of_counter_power.pdf